Un tocado con historia, lujo y encanto especial.
Hablar de la elección de las joyas en una boda es un tema importante, mucho más si es una boda real.
Como estipula el protocolo británico, Meghan no podía acudir al joyero real para elegir su tiara, hasta el día de su boda.
La colección de joyas de tiaras, collares y pendientes de la corona británica, está catalogada como una de las más valiosas del mundo y se encuentra en custodia en la Torre de Londres.
La tiara elegida para el enlace con el príncipe Harry, ha sido maravillosa y sorprendente, ya que la elección de la tiara además, marca en un sentido, la posición dentro de la Familia Real.
La exquisita Tiara Bandeau fue la preferida por Meghan para lucir en su boda, una joya que perteneció a la reina Mary de Teck, abuela de la reina Isabel y esposa del rey Jorge V de Gran Bretaña e Irlanda.
Originalmente, el diamante estaba engarzada en forma de broche y confeccionado en el año 1893.
La tiara, está diseñada en platino, con diamantes y brillantes, y tiene una banda flexible en siete secciones adornada por el broche y óvalos en pavé, en dirección al espectacular centro coronado por diez diamantes de diferentes tamaños.
Esta bellísima joya y reliquia real, sostiene el velo diseñado por Clare Waight Keller, con motivos florales en homenaje a los países de la Commonwealth, el jardín de Kensington y California, el hogar natal de Markle.
Meghan Markle convertida en duquesa de Sussex, ha lucido la tiara Bandeau como una verdadera reina!
Hasta pronto!